No te digas: “Haré lo que pueda”, dite: “Haré lo necesario”. La mejor arma es la que esa cerca de tu mano.
Si no estás aquí, estás lejos. A la distancia de un centímetro o de un kilómetro, es la misma ausencia. (A una mínima distancia, el orgasmo aún no es orgasmo)
No te tomes siempre a ti mismo por medida. Ponte en el lugar de los otros. Para la rosa sus espinas son sus amigas.
Algunos padres cuando dicen: “¡Nuestro niño crece!”, olvidan que su vida se acorta.
No te preocupes de lo malo que digan de ti: el ladrido de los perros no le hace daño a una nube.
No desprecies a las personas que te parecen feas. Los leños torcidos dan llamas rectas.
La realidad, en gran parte, es lo que tú crees que es. El que anda con los ojos cerrados acusa al mundo de ser sombrío.
No des valor a los otros solo por su notoriedad. Puedes saber cuántas manzanas hay en un árbol, pero no cuántos árboles hay en una manzana.
Todo pensamiento solo adquiere valor cuando lo aplicas a la realidad. Si tu espalda es demasiado corta, alárgala dando un paso.
No contestes una agresión con otra agresión. Los envidiosos lo hacen por hambre de cariño. Si te lanzan una piedra, lánzales un pan.
Si encuadras la verdad, la petrificas. ¿Podrías poner un rio en un marco? ¿Podría colgar ese río enmarcado en tus paredes mentales?
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